Un momento de especial trascendencia para su formación como licenciados en Psicología vivieron 38 estudiantes de esta carrera, que cursan las asignaturas Psicoterapia y Estudio de Casos en los trimestres 9 y 10; durante una visita al centro de Resocialización Psiquiátrica “El Pampero”, donde realizaron una actividad académica especial pero también de profundo contenido personal con pacientes que padecen malestar psiquiátrico, a quienes entrevistaron y con quienes disfrutaron un ameno compartir.

Este encuentro fue organizado por el Lcdo. Elías González, director de la Licenciatura en Psicología, la profesora Sugehy Arambarrios, docente de la UNY y por el Lcdo. Jorge Luis Jaimes, coordinador docente y jefe del Departamento de Psicología del centro asistencial y docente de nuestra casa de estudios, con la finalidad de apoyar a los pacientes con diferentes afecciones como esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión, psicosis, entre otros, en su proceso de resocialización.

En este sentido, la Lcda. Danielith Rivas, jefe del Servicio de Terapia Ocupacional del Centro de Resocialización Psiquiátrica El Pampero y egresada de la UNY, expresó que esta actividad con los estudiantes de Psicología es de vital importancia para ayudar al paciente a retomar su realidad, de la cual se alejan cuando enfrentan malestar psiquiátrico.

Los pacientes se mostraron muy receptivos con los estudiantes y Brumer Mendoza, en nombre de sus compañeros, agradeció la presencia y la atención ofrecida por los futuros psicólogos porque aseguró que a muchas veces necesitan ser escuchados.

Esta práctica fue una valiosa oportunidad para que los estudiantes de nuestra casa de estudios comiencen a conocer la realidad en la que se desenvolverán como profesionales, aseguró el profesor Elías González, quien al finalizar el encuentro sostuvo una reunión con los jóvenes, a fin de analizar juntos la manera como cambió la percepción que tenían antes de iniciar la actividad. Apoyado en su experiencia, manifestó que los pacientes con malestar psiquiátrico precisan de un acompañamiento terapéutico pero, sobre todo, de comprensión y de un trato afectuoso porque son personas que además de su padecimiento no cuentan con recursos económicos y han sido abandonados por ser diferentes.

En este sentido, los estudiantes coincidieron al señalar que la realidad encontrada fue muy diferente a lo que habían escuchado sobre la realidad de este Centro de Resocialización y calificaron como importante y enriquecedora la actividad, porque les permitió encontrarse de frente con la realidad del malestar psiquiátrico en sus diferentes manifestaciones.

La emotividad dibujó sonrisas en el rostro de los pacientes cuando se proyectó un video en el que se presentaron las vivencias de los estudiantes de psicología de la UNY en este Centro de Resocialización desde el año 2016, en el que quedó el testimonio de la sensibilidad de los jóvenes y la alegría de los pacientes en sus actividades.

Una experiencia integral

Melany Benitez acudió al Centro de Resocialización Psiquiátrico El Pampero para aplicar sus conocimientos en el área de Psicoterapia, lo que constituyó su primera visita a un sitio de esta naturaleza, la cual le llevó a valorar, aún más, su carrera porque pudo apreciar en los pacientes el valor social de los conocimientos que ha recibido a lo largo de su formación.

Desde su punto de vista, esta experiencia le ha confirmado su convicción de que la Psicología es una carrera fundamental para la vida del ser humano, porque le ayuda a cuidar su salud mental, pero también ha podido darse cuenta de que no es reconocida en su justa dimensión.

Más allá de la teoría

Jesús Guerrero llegó al Centro de Resocialización Psiquiátrico, con el fin de aplicar la Psicoterapia en los pacientes con malestar psiquiátrico, oportunidad que calificó como fundamental para su formación en la carrera más allá de la teoría, además asegura que el encuentro con casos reales le permitió soltar el miedo que puede generar tratar con un paciente.

Considera que a través de esta tipo de práctica se mira al otro desde la empatía y es posible ponerse en su lugar para entender que la vida puede cambiar en cualquier momento.

Piensa que la Universidad le ha proporcionado la teoría para aprender haciendo y a la vez le ha incentivado a poner en práctica los conocimientos obtenidos.

Respeto y empatía

Cuando llegó sintió nervios ante la responsabilidad de atender a personas con malestar psiquiátrico. Sin embargo, manifiesta con alegría que al compartir con estos pacientes el temor se desvaneció y comenzó a sentirse cómodo atendiéndolos porque “son seres humanos que merecen respeto”.

En esta frase se describe la experiencia de Harold Arenas, quien habló con entusiasmo de lo que representó realizar esta práctica, la cual le aportó una experiencia enriquecedora que le ha motivado con el ejercicio de la carrera.

Reconoció el apoyo y la calidad que le ha ofrecido la UNY en su formación, a través de docentes excelentes que le han permitido actualizarse para asumir la enorme responsabilidad que supone ser garante de la salud mental.

Aura Elisa Parra

Fotos: Gerardo Briceño

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