Según un alto índice de consultas psicológicas a nivel mundial, se calcula que un 4,4 % de la población sufre un trastorno psicopatológico, entre los cuales se encuentran la ansiedad y depresión, de acuerdo con estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS – 2021).

Dichas estadísticas estiman que un 3,6 % de personas son víctimas de la ansiedad, alteración que afecta al individuo cuando se ve amenazado por alguna situación que va perjudicando entre un 50 a 60 % de individuos a lo largo de la vida.

En este respecto, también se comprobó que las mujeres tienen el doble de posibilidades de sufrir dicho trastorno más que los hombres, debido a las fluctuaciones hormonales que contribuyen a desencadenar episodios de pánico durante el ciclo menstrual.

De igual forma, los expertos en salud mental describen los tipos de personalidad que pueden desencadenar trastornos de ansiedad, entre ellas: las más dependientes o evitativas, que suelen caracterizarse por la inseguridad, baja autoestima, el miedo al fracaso, las personas con un alto nivel de exigencias y poca tolerancia a la frustración.

Quien sufre esta enfermedad cuenta al psicólogo que sus días son tan difíciles que no encuentran salida en su vida, su bienestar se ve constantemente amenazado, lo que termina desencadenando otros malestares como dificultad para conciliar el sueño, problemas de concentración, entre otros síntomas que pueden terminar en pensamientos suicidas.

Sobre este particular, la Lcda. Arianny Crespo, psicólogo laboral de la Universidad Yacambú, describe este trastorno y cómo identificar si se está experimentando episodios de ansiedad.

Según la especialista, algunos de los síntomas que caracterizan un episodio de ansiedad son: taquicardia, ahogo, sudoración, pensamientos irracionales y un estado de alerta constante. Además, detalló que la misma puede producirse a raíz de llevar un ritmo de vida acelerado, sobrecarga laboral, problemas de salud física, psicológicos, financieros, entre otros.

Igualmente, como posibles soluciones, Crespo propone llevar un ritmo de vida menos agitado, hacer conteos de respiración, buscar alternativas no invasivas como el yoga, ejercicios corporales, y por último si se considera necesario, acudir a consulta psicológica.

Texto: Francielys Pacheco

Edición: Osbely Méndez

Foto: Cortesía

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